Hay que creer en ellos
¿Es la coincidencia lo que entusiasma o es el hambre de estos jugadores? ¿Es la casualidad con el pasado o el mensaje del presente? Por lo pronto, hay que creer en todo. Pero fundamentalmente, en este equipo. Hay que creer en la coincidencia porque es imposible no asociar este triunfo al del Apertura 06: el mismo arco, el mismo 1-0, otra vez la roja a Verón en el primer tiempo, el mismo arbitraje polémico de Furchi y de nuevo la sensación de que son triunfos que te reciben de candidato. Aquella vez, en el 2006, hacía falta. Esta vez Estudiantes ya había demostrado que aun con la Copa en el medio podía pelear el torneo hasta el final. Las casualidades casi tocan otro punto máximo, como para pensar en serio en el guiño del destino: si no fuera por el empate ante Banfield, el equipo de Sabella hubiese encadenado siete victorias seguidas (desde Newell's para acá, contando la Copa, claro). Y aquella vez, la del 1-0 ante Vélez en Liniers con gol de Alayes, también había sido la séptima consecutiva.Hay que creer en el perseguidor infatigable que es este Estudiantes, pero también en lo que demuestraron los jugadores. Ayer no sólo se sobrepusieron a la salida de Verón, por si hiciera falta sumarle un desafío más a este triunfo, sino que se bancaron a un equipo en serio que atacó con todos sus recursos ofensivos y que apenas llegó dos veces con peligro real de gol. Es una lástima que el campeón de América no pudiera demostrar con todas sus armas, mano a mano, en igualdad de condiciones, por qué es el mejor de los mejores justo ante el rival que le pelea ese lugar. Pero esta vez valía más el resultado. Acá está Estudiantes. Sus jugadores. Acá está. Y claro que hay que creer.
El mismo arco, el mismo 1-0, la misma roja, el mismo juez, el gran triunfo
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